No se si ya os lo he contado pero si hay algo que me encanta en repostería, eso son las galletas. Me gustan de cualquier sabor, forma y tamaño. Desde las más simples hasta las que están llenas de ingredientes y toppings, de chocolate, de vainilla, de naranja y de cualquier ingrediente que se te ocurra. Creo de hecho que todavía no he probado una galleta que diga que no me ha gustado. Realmente es algo muy sencillo de hacer y con ingredientes muy básicos, por lo que equivocarse es altamente difícil.
En esta ocasión os quiero enseñar cómo hago yo las clásicas galletas de vainilla y para darles un poco de color y sabor les he puestro unos trocitos de chocolate, pero perfectamente las podéis hacer sin nada por encima. Son unas galletas maravillosas con un sutil sabor a vainilla y con una textura increíble.
Puedes sustituir los trocitos de chocolate por frutos secos como nueces, almendras o pistachos.