Desde que descubrí que hacer pan en casa era mucho más sencillo y rápido de lo que nunca había imaginado no he parado de hacer nuestro propio pan. Me encanta este tipo de masa porque es de lo más versátil ya que puedes añadirle distintos ingredientes como nueces, aceitunas, tomates secos obteniendo cada vez un pan con matices distinto y algo que también me encanta añadir a la masa de pan es distintas semillas. Me encanta además todo el proceso que lleva la elaboración de un pan, desde la mezcla y amasado de los ingredientes (por suerte nuestro Thermomix® nos ahorra mucho tiempo y esfuerzo en este sentido) hasta el levado de la masa y posterior horneado.
A veces nos preguntáis por el tipo de horno que utilizamos para preparar nuestras recetas. Desde hace poco tiempo estoy utilizando uno de Teka® que tiene una función llamada ?fermentadora? que me ayuda muchísimo a la hora de hacer pan o cualquier otra masa fermentada como Roscón de Reyes o Panettone. Esta función acelera el proceso de fermentación de la masa y reduce el tiempo de espera ya que la levadura necesita una temperatura mínima de 21ºC para desarrollar su función y a veces es complicado tener esta temperatura en esta época del año que hace tanto frío.
El pan que os traigo hoy tiene la peculiaridad de que una vez formado el pan tras el levado lo introducimos en una cazuela, que puede ser de vidrio como la mía o también de aluminio, lo que garantiza que el pan obtenga durante el horneado una forma homogénea y una corteza maravillosa ya que el pan lo hornearemos en todo momento con la cacerola tapada.