En la anterior entrada publicada de las croquetas de jamón comentábamos que las croquetas son porciones de masa hechas con un picadillo ligadas con bechamel, rebozadas después con huevo y pan rallado que se fríen en abundante aceite. Su forma generalmente es redonda u ovalada.
El aceite en el que se fríen las croquetas debe ser abundante para que las croquetas “naden” en él y debe estar muy caliente para que cuando las metamos en él se forme rápidamente una capa fina e impermeable a su alrededor evitando así que entre aceite en el interior.
Comentábamos que hay miles de recetas de croquetas y hoy venimos con una versión un tanto especial puesto que el relleno son níscalos y queso azul 😀 una mezcla sorprendente que se fundirá en vuestras bocas 😉
Queremos seguir animándoos a preparar vuestras propias croquetas caseras con vuestro Thermomix, una opción estupenda para hacer una deliciosa masa de croquetas de manera super sencilla!
Ingredientes:
100 gr. de queso azul;
50 ml. de aceite de oliva;
200 gr. de níscalos;
50 gr. de pimiento rojo;
50 gr. de cebolla;
sal;
Bechamel para croquetas*
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100 gr. de aceite de oliva;
200 gr. de harina;
800 ml. de leche a temperatura ambiente;
sal;
Preparación:
1. Comenzamos rallando el queso azul, para ello lo introducimos cortado en trozos regulares en el vaso del Thermomix. Rallamos 5 segundos, velocidad 5. Reservamos.
2. Sin lavar el vaso añadimos el aceite en el vaso del Thermomix y calentamos, 7 minutos, temperatura Varoma, velocidad 1.
3. Añadimos el pimiento rojo y la cebolla cortada en trozos regulares en el vaso del Thermomix y trituramos 5 segundos, velocidad 5. Sofreimos 5 minutos, temperatura Varoma, velocidad 1.
4. Añadimos los níscalos limpios, secos y cortados y trituramos 5 segundos, velocidad 5. Colocamos la mariposa teniendo especial cuidado que quede más o menos la misma cantidad de níscalos a ambos lados y programamos 10 minutos, temperatura Varoma, velocidad 1.
5. Retiramos la mariposa y apartamos el vaso. Echamos el queso azul reservado encima. Removemos con la espátula hasta que quede todo bien integrado. Reservamos.
Vamos ahora a preparar la bechamel de las croquetas 😉
6. Sin lavar el vaso añadimos el aceite y calentamos programando 3 minutos, temperatura Varoma, velocidad 3 y 1/2. Añadimos después la harina y tostamos 4 minutos, temperatura 100º, velocidad 2 y 1/2.
7. Incorporamos la leche y la sal y mezclamos 10 segundos, velocidad 3.
8. Agregamos dos cucharadas de la mezcla de los níscalos y programamos 7 minutos, temperatura Varoma, velocidad 4. Cuando se termine el tiempo dejamos reposar unos minutos dentro del vaso.
9. Añadimos el resto de la mezcla de los níscalos y mezclamos bien con la espátula. Verificamos el punto de sal.
10. Por último, vertemos la bechamel en una manga pastelera o un recipiente y la dejamos enfriar. Una vez fría formamos las croquetas y las rebozamos en huevo y pan rallado.
En ésta ocasión nos hemos decantado por formar las croquetas con la cuchara pero recuerda que puedes hacerlo más fácil con una manga pastelera tal y como hicimos con las croquetas de jamón 😉
11. Freímos en abundante aceite de oliva virgen extra.
Nota: las croquetas podemos congelarlas tanto antes como después de freirlas. Para descongelar las pasamos al frigorífico el día de antes 😉
Acompaña las croquetas con una ensalada variada de lechugas y disfruta del sabor. Buen provecho!
croquetas