Las cerezas es una de las frutas de verano que más me gustan. Me encanta cuando tienen la carne firme y su sabor es dulce e intenso y el otro día tuve la suerte de encontrar en la frutería de mi barrio una de las mejores cerezas que he probado nunca. Así que ni corta ni perezosa compré algo más de 1 kg de cerezas y con el fin de que no se pusieran malas decidí emplear una parte de las cerezas en hacer este postre típico de la repostería francesa, que no hay verano que no haga al menos 3 o 4 veces.
Espolvorea un poco de azúcar glass sobre cada recipiente justo en el momento de ir a consumirlo.