Siento verdadera adoración por estos pequeños bocaditos franceses, no lo puedo evitar pero es ver un macaron y tirarme de cabeza a probarlo. Me ocurre que si voy por la calle y veo macarons en el escaparate de cualquier pastelería tengo que entrar a comprarme un par sí o sí así que imaginaros cuando he ido a París donde los macarons están presentes casi en cada esquina que recorres. Pero como me ocurre tantas veces, me empeño en reproducir en casa todo aquello que me encanta cuando lo pruebo fuera y después de varios intentos ya que no es un dulce muy sencillo de elaborar, conseguí hacer los macarons tal y como a mí me gustan, con cierta humedad por dentro y crujientes por fuera.
Además os aseguro que la Thermomix® es un aliado perfecto para hacer tan maravilloso dulce ya que tritura como ninguna otra máquina, tanto la harina de almendra como el azúcar glass y esto hará que nuestros macarons resulten los más lisos y brillantes del mundo.
Los macarons ganan mucho de un día para otro, así que si consigues aguantarte te recomiendo que los dejes reposar al menos 8 horas antes de consumirlos.
Consérvalos bien guardados en un recipiente hermético en la nevera.