Una vez a la semana habituamos a hacer masa de pizza o como es el caso de hoy masa de focaccia, que básicamente se hace de la misma manera. La diferencia viene después, a la hora de poner los ingredientes para llevarla al horno. En el caso de la pizza ponemos siempre una capa de salsa de tomate justamente encima de la masa. En el caso de la focaccia, sin embargo, lo que hacemos es colocar todos los ingredientes directamente encima de la masa, sin añadir salsa de tomate alguna aunque sí que podríamos poner rodajas de tomate como parte de los ingredientes por ejemplo.
Me encanta hacer tanto pizza como focaccia y esto es fundamentalmente porque es algo que en casa hacemos entre todos, es casi ya como un ritual en el que todos participamos de alguna manera y el momento de degustar lo elaborado entre todos se convierte en un momento muy especial de la semana. Esta vez me he decantado por poner diferentes tipos de queso, convirtiendo este plato en algo realmente sabroso y atractivo para todos en casa.
Sirve la focaccia acompañada de una ensalada verde o de una ensalada con tomate y cebolla.